Menos de un mes después de la subasta de la biblioteca privada de John Blacker, su hijo Leoncio y Emilia tuvieron en Lima a su séptimo descendiente. Fue una niña y se llamó María Elisa Francisca. Ella nació el 3 de diciembre de 1897 y fue bautizada en la iglesia de Santa Ana el 19 de junio de 1898. Sus padrinos fueron José Devescovi y Adela Vargas de Devescovi.
Por otra parte, existe registro civil del nacimiento de un niño llamado Juan Blacker el 24 de junio de 1899. Otra niña nació el 2 de agosto de 1900 de la mano del Siglo XX y su nombre fue Carmen María Angélica Blacker León. Casi dos años después, el 3 de julio de 1902, vino al mundo Aurelia Blacker León, cuyo bautizo se realizó el mismo día en la iglesia de Santa Ana y su madrina fue Manuela Blacker de Monteverde.
Finalmente, el 15 de octubre de 1907, nació María Teresa Blacker León. En círculos familiares siempre se comentó que Leoncio y Emilia fueron padres de 10 hijos, pero está claro que tuvieron un número mayor tomando en cuenta los registros de María Gavina Andrea y Juan, presumiblemente fallecidos de manera prematura.
La mayoría de los hijos de la familia Blacker León nacieron en los altos de la calle Huanta, número 60, en Barrios Altos. Emilia León conocía muy bien esa zona ya que, antes de casarse con Leoncio, ella había vivido en el número 245 de la calle Mestas.
Barrios Altos era en esa época un barrio muy importante, que albergaba a personas muy adineradas y que al mismo tiempo tenía entre sus vecinos a pequeños comerciantes provincianos y empleados de oficios menores. Era usual que en medio de casonas y negocios lujosos se encontrara un corralón, caracterizado por ser un solar de dimensiones generalmente rectangulares, con un solo caño de agua, sin servicios higiénicos, casi sin ventilación y alumbrado por la luz de las velas o las "mechas" de los famosos "lamparines" a kerosene.
En aquellos tiempos Lima continuaba dividida en cuarteles y se cree que la familia Blacker León vivía en el cuartel 2, distrito 4, que se ubicaba hacia el lado de la iglesia de Santa Ana, terminando por la calle Mestas hasta la calle Rufas. En esa zona residieron también una gran cantidad de inmigrantes italianos y por ese motivo a la Plaza Santa Ana se le rebautizó con el nombre de Plaza Italia. Actualmente, su nombre oficial es Plaza Raimondi.
Las condiciones generales en las que se desarrolló la vida de la familia Blacker-León no se conocen al detalle. Se sabe que Leoncio Blacker fue un hombre muy estricto con sus hijos y que fue comerciante, aunque el éxito o fracaso de sus actividades profesionales no se puede determinar con exactitud porque no existen registros al respecto.
Lo que se puede comprobar es que alcanzó cierta notoriedad social porque su matrimonio se anunció en la prensa y la noticia de su muerte, en 1909, se publicó con una fotografía en la revista Variedades. Los hijos de Leoncio solían decir que su padre era inglés. En realidad, era una costumbre de esos tiempos que un descendiente de padre extranjero tome la nacionalidad del progenitor, así haya sido hijo natural y no haya sido inscrito en un consulado. Eso le permitía adquirir cierta posición dentro de la sociedad, porque Lima era una ciudad particularmente generosa con todo lo que tuviera que ver con los foráneos de raza blanca llegados de Europa o Norteamérica. Esos extranjeros y sus descendientes, sin importar el oficio que desempeñaran, eran siempre tratados con admiración y respeto.
Foto: Leoncio Blacker junto a su esposa Emilia, su hermana Manuela, sus hijos Leoncio y Delia Victoria Blacker Mascaro y sus hijos Alejandro, Carlos, Manuel, Emilio, Jennie y Mercedes Blacker León.
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