viernes, 21 de marzo de 2008

Muerte y extraño censo

Un mes después del bautizo de Juan Carlos Blacker Espantoso, otra pérdida importante se produjo en la familia de Gavina Martel. Esta vez falleció su padre. La partida de defunción se registró el 16 de agosto de 1859 y en ella se consignó que José Martel murió debido a un “neurisma” y que “deja 4 hijos”.

A diferencia de su esposa, quien fue velada en la iglesia de San Marcelo, José Martel recibió sepultura eclesiástica con entierro mayor en el convento de La Merced. Se pagaron 10 pesos por el “carro” que trasladó el ataúd al cementerio.

El convento de la Merced era uno de los más reconocidos de Lima y para utilizarlo en funerales había que solicitar una dispensa al cura y a la iglesia correspondiente al barrio del difunto. El cura de la iglesia oficiaba la misa en el convento y era común que resaltara hasta la exageración las virtudes del fallecido.

Adicionalmente, el convento de La Merced contaba con amplios patios para albergar a una gran cantidad de personas. Incluso las monjas solían servir bocadillos entre los asistentes y se repartían pinturas o dibujos del difunto. En esa época había también una tendencia general a enterrar al muerto vestido con una mortaja. Por ejemplo, era muy popular el hábito y la cuerda de San Francisco.

Al año siguiente de la muerte de José Martel, en 1860, se realizó un censo en la ciudad de Lima, en el cual se han encontrado datos sorprendentes en torno a Gavina Martel y sus hijos. Ella vivía en el distrito 2, en la calle Matavilela, en el número 312 de una llamada casa grande que pertenecía a los religiosos del convento de Santo Domingo y que era alquilada por el coronel Lorenzo Gonzales.

Gavina subarrendaba una habitación que compartía con sus hijos y con una sirvienta analfabeta, natural de Huancayo, llamada María Castro. Lo extraño es que Gavina, de 25 años, declaró que su apellido era Alzamora y que era “viuda”. Asimismo, declaró los nombres y edades de sus hijos con un detalle desconcertante: les cambió el apellido. Es así que sus hijos están inscritos en el censo como Manuela Alzamora (7 años), Leoncio Alzamora (5 años), Aurelia Alzamora (3 años) y Natalia Alzamora (2 años).

Hasta el momento ha sido imposible encontrar una pista que explique por qué Gavina Martel se atribuía el apellido Alzamora y por qué se lo atribuyó también a sus hijos en 1860. En este caso particular la confusión se agudiza porque antes de efectuarse el censo tanto Manuela como Aurelia ya habían sido bautizadas como hijas naturales de Juan Blacker. Por eso, ambas ya llevaban el apellido Blacker en los registros eclesiásticos.

Parece evidente que en ese momento Gavina intentaba mantener en secreto la filiación de sus hijos. Una hipótesis es que lo haya hecho por recato personal. Ser madre soltera en esa época podía provocar el rechazo social y, al cambiarse el apellido y declararse viuda, Gavina evitaba dar detalles sobre su verdadera condición de madre soltera.

En ese momento John Blacker vivía en los altos de una casa grande, número 104, en la calle Pileta de la Merced. El principal habitante de la casa era el comerciante francés Silvestre Guiroy y Blacker alquilaba los altos, donde vivía junto a su esposa Carmen Espantoso, su hijo Juan Carlos y dos sirvientes ingleses, uno de los cuales era mayordomo.

En esa calle podía encontrarse también a otros residentes extranjeros como un sastre inglés, dos carpinteros suizos y tres herreros franceses. En el mismo censo de 1860, Blacker, de 38 años, aparece citado por segunda vez en un almacén ubicado en el número 147 de la calle Bodegones. El almacén pertenecía a la firma Isaac & Co, de la cual Blacker era socio. En el mismo almacén se censó a Enrique Calderón o Calderoni, un comerciante de apenas 20 años que vivía en la calle Pilitricas.

En tanto, la familia Espantoso vivía cómodamente en una casa grande, en el número 127 de la calle Mármol de Bronce, que curiosamente estaba ubicada a la espalda de la calle donde vivía Gavina Martel con sus hijos, por lo que sería inverosímil pensar que no se conocían. En los altos de la casa de los Espantoso residía Felipa Avellán y sus hijos. Ella era prima hermana del dueño de casa, Manuel Espantoso Avellán.

En el censo de 1860 también está registrado Carlos Eduardo Stubbs, quien fue testigo de soltería de John Blacker en 1857. Stubbs residía en el número 302 de una casa grande en la calle Melchor Malo. El vivía junto a su joven esposa Manuela Rey de Castro, sus hijos y un amplio séquito de diez sirvientes. En su casa también aparecen ocupando habitaciones un portero francés, un cochero irlandés y un cochero inglés. Parece obvio que Stubbs poseía por lo menos un carruaje, lo que era todo un lujo en aquella época. En esa misma calle se encontraba ubicado el establecimiento de la Casa Gibbs.

Stubbs era hijo de un sastre de Manchester y llegó al Perú a inicios de 1840 con una carta de recomendación para John Hayne, el gerente de la Casa Gibbs de Lima. Hayne envió a Stubbs a Arequipa, donde trabajó bajo las órdenes de Samuel Went distinguiéndose como un excelente empleado.

Sin embargo, Stubbs tuvo un serio malentendido con Went cuando éste se casó en segundas nupcias con Mery Ann Robertson y quiso ayudar a su cuñado Patrick a conseguir un puesto importante en la Casa Gibbs de Arequipa. La discusión con Went ocasionó que Stubbs renunciara a su trabajo y se uniera a los negocios del comerciante alemán Christopher William Schutte.

Al cabo de algunos años, Samuel Went fue llamado a Lima para hacerse cargo de la Casa Gibbs en la capital debido a que John Hayne había decidido volver a Inglaterra. Esta situación provocó una reconciliación entre Went y Stubbs, quien no sólo regresó a trabajar a la Casa Gibbs sino se quedó a cargo del establecimiento en Arequipa.

En 1856 Went se retiró y volvió a Inglaterra con su familia, por lo que Stubbs se trasladó a Lima y se convirtió en jefe de la Casa Gibbs. Según el diario de Heinrich Witt, Stubbs era un hombre
de origen plebeyo, pero de fuerte juicio y sentido mercantil. Aunque durante su gestión la Casa Gibbs perdió la consignación del guano, Stubbs siempre fue muy bien considerado en Inglaterra. Stubbs permaneció en Lima hasta 1862 y luego se trasladó a Londres, donde se incorporó a la Casa Gibbs y llegó a ocupar una alta posición.

Foto: Imagen del censo de Lima de 1860. Sorprendentemente los hijos de Gavina Martel aparecen con el apellido Alzamora en lugar de su verdadero apellido: Blacker.

4 comentarios:

Liliana DB dijo...

Quería saber en qué consiste el Entierro Mayor ya que la abuela de mi bisabuela fue enterrada de esta manera. Gracias.

Lizzie Alvarado dijo...

Hola Liliana,
El entierro mayor era más caro y más solemne. Se realizaba con la presencia de cura y sacristán, con cruz alta, oficio cantado y capa. Usualmente incluía vigilia y honras.

JULIO PONCE dijo...

en lima peru hubieron censos en los años de 1850., 1862 y 1876 yo quisiera saber si todavia se conservan los datos de los censos de esos años que menciono porque en esa epoca vivieron en lima peru mis antepasados y quisiera saber si esos datos nombres, apellidos,edad ,estado civil.,etc si esos datos todavia se conservan., estoy buscando a mi antepasado manuel castellanos y su esposa carmen olivera., tambien estoy buscando a benjamin sardon y su esposa carmen velarde., si alguien sabe algo sobre esos datos que solicito porfavor escribame a mi email: numida2008@hotmail.com

JULIO PONCE dijo...

en lima peru hubieron censos en los años de 1850., 1862 y 1876 yo quisiera saber si todavia se conservan los datos de los censos de esos años que menciono porque en esa epoca vivieron en lima peru mis antepasados y quisiera saber si esos datos nombres, apellidos,edad ,estado civil.,etc si esos datos todavia se conservan., estoy buscando a mi antepasado manuel castellanos y su esposa carmen olivera., tambien estoy buscando a benjamin sardon y su esposa carmen velarde., si alguien sabe algo sobre esos datos que solicito porfavor escribame a mi email: numida2008@hotmail.com