martes, 4 de marzo de 2008

El matrimonio

Sólo tres meses después del nacimiento de su hija Aurelia en 1857, John Blacker Thierry se comprometió a contraer matrimonio con otra mujer. En octubre de 1857 se abrió en Lima un expediente matrimonial mixto porque el novio era protestante y la novia católica.

En ese expediente Blacker aparece con su nombre de pila castellanizado (Juan) y además señaló los nombres castellanizados de sus padres: Alejandro Blacker y Susana María Thierry. Ambos habían nacido en Alemania y ya habían fallecido. Alexander Blacker Burrows murió el 12 de octubre de 1841, mientras que Jane Susan Marie Thierry Borkenstein falleció el 12 de febrero de 1848.

En el expediente matrimonial John Blacker se comprometió a educar a los hijos de su unión conyugal bajo el credo católico y presentó tres testigos de soltería. El primero fue el acaudalado comerciante inglés Carlos Eduardo Stubbs, en ese momento gerente de la Casa Gibbs de Lima. Otro testigo fue George Hodges Nugent(*), quien se desempeñaba como vicecónsul británico en Arica, y finalmente se presentó Carlos Eggert, de origen alemán, quien era empleado de la Casa Gibbs, firma para la que había trabajado antes en Tacna. Años más tarde Eggert sería gerente director de la Peruvian Guano Company.

Los tres testigos juramentaron bajo el rito protestante, mientras que el novio presentó también un certificado expedido por el consulado británico en Lima para acreditar su soltería. El documento fue firmado por el representante inglés John Barton, quien años antes, en 1852, figuraba junto a los hermanos Blacker como uno de los socios del “British Whist Club”.

Por otra parte, hasta ese momento, John Blacker no tenía hijos naturales registrados en la iglesia porque sus hijas Manuela, Aurelia y Natalia fueron bautizadas en fechas posteriores a su matrimonio, que se efectuó el 28 de marzo de 1858.

La novia fue Carmen Espantoso Oramas, de 19 años, natural de Guayaquil e hija de Manuel Domingo Espantoso Avellán y Dolores Oramas Izaguirre. Los Espantoso Oramas, de origen ecuatoriano, constituían una de las familias más influyentes de la sociedad limeña del siglo XIX y tenían una sólida posición económica. Manuel Domingo Espantoso Avellán había sido gobernador de Guayaquil hasta 1845 cuando estalló una rebelión que lo obligó a renunciar para facilitar la “segunda Independencia” de Ecuador.

La inestabilidad política en su país hizo que Espantoso viaje con su familia al Perú, donde se estableció y se dedicó a la actividad comercial naviera en sociedad con otros familiares. Fue íntimo amigo del presidente peruano Ramón Castilla y se tiene registro de que en una partida de naipes entre ambos Espantoso ganó 9 mil soles, una cifra exorbitante para la época. Sin embargo, así como ganaba grandes sumas, Espantoso también perdía importantes cantidades de dinero debido a su exagerada afición a los juegos de azar.

Una vez superada la crisis política de 1859 que puso al Ecuador en peligro de desaparecer como Estado independiente, Espantoso regresó a su país como Jefe Supremo de Cuenca. Pero poco tiempo después regresó al Perú, donde falleció en 1873 tras una larga enfermedad. La noticia de su muerte fue ampliamente difundida en la prensa limeña de la época.

En el plano personal, Manuel Espantoso Avellán estuvo casado, en distintos momentos de su vida, con dos hermanas, hijas del panameño Francisco de Oramas y Romero, y de Petra Antonia del Carmen de Izáguirre y Echanique. Espantoso se casó por primera vez con María Francisca de Oramas e Izáguirre, quien falleció en Guayaquil el 27 de octubre de 1827 al dar a luz a su primogénito: Domingo Miceno Espantoso de Oramas. Seis años más tarde, en 1833, Espantoso contrajo matrimonio con la hermana menor de su difunta esposa, María Dolores de Oramas e Izáguirre, quien fue a la postre la madre de la esposa de John Blacker.

Foto: Carmen Espantoso Oramas, esposa de John Blacker. Foto cortesía Carlos Espantoso.

(*) Una década más tarde un hecho que marcaría la vida de George Hodges Nugent fue el terremoto y posterior maremoto que azotó Arica el 13 de agosto de 1868. La casa de Hodges Nugent fue totalmente destruida, pero el vicecónsul británico y su familia pudieron escapar con vida corriendo hacia una zona alta del pueblo. Posteriormente, sin bienes materiales, Hodges Nugent se sumó a los trabajos de reconstrucción del lugar. Años más tarde, después de la Batalla de Arica, el vicecónsul inglés fue el encargado de reconocer el cádaver de Francisco Bolognesi a pedido del general chileno Baquedano. Cuando Arica pasó a manos chilenas, Hodges Nugent no abandonó la localidad y permaneció allí hasta el fin de sus días. Sus restos reposan en el cementerio municipal de Arica. Hodges Nugent tuvo un hermano, Peter, quien fue vicecónsul inglés ad honorem en Iquique. Otros miembros de la familia Nugent tuvieron activa participación comercial en Tacna durante la segunda mitad del Siglo XIX.

1 comentario:

Manuel Fernández Canque dijo...

Estimada Lizzie,
Muy interesante tus entradas. Un pequeño error. Afirmas "Hodges Nugent se sumó a los trabajos de reconstrucción del lugar. Años más tarde, después de la Batalla de Arica, el vicecónsul inglés fue el encargado de reconocer el cádaver de Francisco Bolognesi a pedido del general chileno Baquedano." Eso no es posible puesto que George Hodges Nugent había ya fallecido en abril de 1879.
Manuel