Mientras el Perú trataba de recuperar el rumbo y cerrar las heridas de la guerra con Chile bajo el mandato de Andrés Avelino Cáceres, la vida personal de Leoncio Blacker Martel depararía más de una sorpresa.
En 1887 Leoncio tuvo dos hijas naturales. Una de ellas llamada Delia Victoria, hija de Josefina Mascaro Lozano, la madre de su primogénito, mientras que la segunda niña se llamó María Gavina Andrea, hija de Emilia León Mandujano. Respecto a esta segunda bebe, existe un documento en el registro civil que certifica que fue declarada y reconocida por Leoncio Blacker, y que su nacimiento se produjo el 10 de noviembre de 1887.
Esta información permite suponer que durante un tiempo indeterminado Leoncio desarrolló una relación sentimental paralela con Josefina Mascaro y Emilia León. Las repercusiones sociales o familiares que produjo esta situación no se conocen al detalle, pero se sabe que la madre de Leoncio, Gavina Martel, nunca tuvo una relación cordial con Emilia. Sin embargo, la oposición de su madre no fue una barrera para que Leoncio deje de frecuentar a su joven pareja. En relación a María Gavina Andrea Blacker León, se presume que murió poco tiempo después de su nacimiento porque no fue bautizada y no existen mayores datos sobre su existencia.
Pasado el año 1887, parece claro que la relación entre Leoncio Blacker y Emilia León termina por consolidarse definitivamente. El 19 de diciembre de 1888 nació Nemesio Carlos Blacker León. Paradójicamente, el niño nació el mismo día que su medio hermano Nemesio Leoncio y ambos compartieron el primer nombre porque el 19 de diciembre se celebraba en Lima a San Nemesio mártir. El bautizo de Carlos fue el 18 de octubre de 1889 en la iglesia de Santa Ana y sus padrinos fueron Reynaldo Luya e Isabel Chacón o Charón.
A pesar de su numerosa descendencia, Leoncio permanecía soltero. No obstante, su estado civil estaba a punto de cambiar. Días antes del bautizo de Carlos ya se había abierto el expediente matrimonial de Leoncio Blacker Martel, de 34 años de edad, y Emilia León Mandujano, de 21.
En ese documento Leoncio se declaró hijo natural de Juan Blacker y Gavina Martel, y adjuntó una carta al arzobispo, fechada el 1 de octubre de 1889, con el objeto de que se acelerara la lectura de las proclamas porque tenía urgencia de contraer matrimonio: “... no siéndome posible demorar su realización hasta la terminación de lectura de proclamas que prescribe el Santo Concilio de Trento, por las razones que verbalmente he expuesto a su excelentísima y reverendísima; ocurro a su benevolencia suplicándole que en merito a ellas se digne a habilitar martes y jueves diez del presente para la lectura de dos de las proclamas”, dice la carta de Leoncio.
El arzobispo accedió a la petición y aunque no se citan las razones por las que Leoncio pidió acelerar la celebración de la boda, se ha descubierto que hubo un motivo que pudo ser concluyente para convencer al arzobispo: Emilia tenía ocho meses de embarazo. Los testigos de soltería de la pareja fueron los italianos Santiago Queirolo, quien ya había fundado en La Magdalena Vieja (hoy Pueblo Libre) una taberna cuya fama perdura, y Juan Monteverde, el esposo de Manuela Blacker.
Finalmente, el 14 de diciembre de 1889, en la iglesia de Santa Ana, se llevó a cabo el matrimonio de Leoncio y Emilia. Los padrinos fueron Gavina Martel y Augusto Seminario y Váscones, respetado hacendado y coronel perteneciente a una influyente familia piurana y quien, además, había cumplido una activa participación en la guerra con Chile.
Como testigos del enlace se presentaron Lorenzo Martel, hermano de Gavina, y un sobrino de Augusto Seminario y Váscones llamado Edmundo Seminario y Aramburu, quien años más tarde se involucraría en revueltas políticas y llegaría a ser diputado. La noticia del enlace fue publicada en el diario El Comercio y menos de un mes después del matrimonio, el 1 de enero de 1890, nació Manuel Augusto Blacker León. Su bautizo se efectuó once días más tarde, el 12 de enero, en la iglesia de Santa Ana. Actuaron como sus padrinos Lorenzo Martel y Jesús Aedo.
En ese mismo año, Andrés Avelino Cáceres, quien ya había firmado el controvertido Contrato Grace para intentar salvar la economía del país, dejaría la presidencia en manos del coronel Remigio Morales Bermúdez, otro miembro del Partido Constitucional que Cáceres formó después de la guerra con Chile. El triunfo electoral de Morales Bermúdez se facilitó porque el gobierno envió a prisión a Nicolás de Piérola, a quien considerada un peligroso adversario en las elecciones.
En 1890 la economía nacional había experimentado una leve mejoría. Las cámaras de Comercio de Lima, Arequipa y Callao habían vuelto a funcionar, se fundó la Sociedad de Minería y los grupos extranjeros residentes en Lima fundaron varias asociaciones, bancos y beneficencias.
Foto: Recorte del diario El Comercio en el que se anuncia el matrimonio de Leoncio Blacker y Emilia León. Diciembre de 1889.
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